Rafael Chinchilla: “El festival permite que salga nuestra luz del país”

Rafael Chinchilla ya carga con muchos años de experiencia en la industria audiovisual, sin embargo, su alegría y simpatía no se aparta de él. Chinchilla es uno de los tres jueces que se encargarán de calificar y seleccionar la obra ganadora de la competencia MADE IN COSTA RICA del Festival Global de Cortometrajes shnit San José 2020.

Con mucha emoción, cuenta su carrera y todo lo que ha desarrollado en ella. Actualmente es coordinador de la carrera Técnica en edición y post producción digital de imagen y sonido del Centro de Tecnología de Artes Visuales (CETAV), donde anteriormente impartió clases. Su experiencia audiovisual abarca ramas como la publicidad, área con la cual empezó en los años 80 para poder vivir de la industria, videoclips, largometrajes, cortometrajes, edición, sonido, postproducción y música, siendo esta última área la que hizo posible que Rafael se adentrará en la industria audiovisual.

“Yo soy músico desde niño, cuando tenía 6 años me regalaron un acordeón para navidad, desde entonces toco el acordeón. Cuando tenía como 20 años estaban abriendo la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y una amiga mía entró a trabajar en la oficina de audiovisuales y estaban necesitando a alguien que musicaliza los programas educativos de radio y de televisión que estaba empezando a hacer la universidad, entonces empecé a trabajar ahí” recuerda con satisfacción. “La directora de la oficina de audiovisuales era una experta en radio y televisión educativa, una argentina con una gran experiencia, entonces nos enseñaba, nos daba cursos de comunicación, de semiótica, de producción de radio. Entonces era lindísimo porque estaba en una U pero nos estaban pagando por el brete”, agrega.

Anteriormente, Chinchilla ha sido juez pre seleccionador del festival de cine de películas costarricenses en el 2013. Sabe que es un trabajo complejo donde todos los jueces tendrán puntos de vistas. Recuerda el caso de una producción que tuvo que mirar para una competencia y que a él no le pareció lo suficientemente buena, pero a un compañero le pareció valiosa porque la leyó de manera distinta a él. “Es un ejercicio lindo ver lo que la otra gente vio de otra manera y también es un ejercicio complejo de cómo negocias las cosas, porque el criterio de uno no es más importante que el de otro, todos son igualmente importantes, es bonito y divertido. En esa competencia no fue difícil, estuvimos bastante de acuerdo” comenta.



¿Cómo inició el amor por lo audiovisual?

Ahí (en la UNED) aprendí mucho y tuve el primer contacto con la producción y eso me encantó. Cuando yo salí del colegio y entré al conservatorio de la Universidad de Costa Rica a estudiar piano, según yo iba a estudiar música, y después decidí que no, que me iba a dedicar a la industria audiovisual. Entonces he estado en esto desde toda mi vida. He sido músico y he trabajado con música también, pero ya desde esa época venía con eso. Me encanta la potencia que tiene lo audiovisual, me parece que como expresión artística es de las más potentes en cuanto a que puede transmitir ideas, mensajes, emociones un paquete muy potente y muy masivo, eso me gusta mucho. El cine como es un fenómeno de comunicación masivo, me encanta, porque puedes hacer arte relevante, profundo y al mismo tiempo puedes llegarle a mucha gente.

¿Qué le gusta del cortometraje?

El cortometraje es especialmente valioso porque es donde el realizador o la realizadora muestra realmente lo que tiene, si vos aspirás a hacer audiovisual y querés hacer obras largas, es difícil al inicio que te den bola y el cortometraje es el medio ideal para decir “este soy yo, esto es lo que más o menos puedo hacer, este puede ser mi nivel de calidad, mi estilo de narrativa”. Eso no significa que sean como equivalente, un corto no es un largo en chiquitito y no necesariamente un buen cortometrajista es un buen realizador de largometrajes. Es como la narrativa, ha habido grandes cuentistas que no necesariamente son los mejores novelistas y viceversa. Son géneros distintos, tiene sus particularidades, y el corto a mí me parece que es maravilloso como género, es muy potente. Pero sobre todo tiene esa característica de ayudar a los jóvenes o a las jóvenes de darse a conocer y mostrar lo que pueden hacer.

¿Qué expectativas tiene de los proyectos de la Competencia MADE IN COSTA RICA?

Pues uno siempre espera primero ponerse al día de lo que está pasando en el medio, qué está proponiendo la gente joven, eso siempre es interesante. Y uno siempre tiene la expectativa de que lo que vea hoy sea mejor de lo que ha visto en años anteriores, porque uno trata de estar conectado con el medio de lo que ocurre en la actualidad. Pero me pareció muy interesante estar aquí para saber qué está sucediendo y al mismo tiempo aportar, porque la otra cosa es que el jurado cuando escoge y toma decisiones de alguna forma ayuda a moldear un medio y podemos privilegiar una obra sobre otra, entonces ahí también hay una responsabilidad social.

¿En qué aspectos se va a enfocar al momento de evaluar los cortos?

Primero un equilibrio de elementos, yo le pongo mucha atención al equilibrio de lo puramente creativo, narrativo de la realización técnica, muchas veces tenemos ideas lindísimas pero las tomas no están bien hechas, están sobreexpuestas, el sonido está mal grabado y no se entiende y la edición es un poco rara entonces se pierde aquella idea que tal vez era muy buena pero no está bien ejecutada. Y a veces te encuentras lo contrario, de repente hay personas que lograron unas tomas preciosas y la música está divina, y tenés una pieza que tiene una estética muy bella pero que no te dice nada relevante, que la historia no es tan interesante o el guion es muy malo, entonces tampoco es lo ideal.
Lo que yo busco es un equilibrio, es decir que sea una buena idea, relevante para nuestro tiempo, si está bien dicho y si técnicamente está bien ejecutado, en realidad cuando tienes esas 3 cosas juntas es cuando decís que una película te llegó, es muy difícil que una película te llegue y te emociones si está mal ejecutada o si la idea no es buena. Ese es más o menos el criterio que yo trato de aplicar.

¿Por qué considera que es importante fomentar el cortometraje no solo como una manera formal de hacer cine, sino como una manera de consumirlo, también?

Apoyar los cortos es como apoyar los largos, es acercarse al quehacer artístico del país y eso siempre es bueno. Lo que pasa es que eso no es una responsabilidad solamente del espectador, no es solo que las personas tengan ganas de ir y ver una película o quieran conectarse y ver cortos o ver una transmisión de una cosa. Hay una responsabilidad compartida de las personas que están creando contenido para que estos sean relevantes e interesantes para la gente. Si vos hacés una película que puede ser que esté muy linda pero estás tratando una temática que está desconectada de mis necesidades diarias, de mis temores, de mis deseos, pues no voy a tener ganas de ver la película. Hacer cine, un corto o un largo, es querer decir algo y tenés que decírselo a alguien, y ese alguien son personas concretas de carne y hueso que tiene intereses, ideas, que quieren escuchar algo o quieren que les digan algo y si vos les hablás bien a esas personas lo más probable es que te escuchen, claramente todos los públicos van a percibir todo de manera diferente.

¿Cómo se asume la responsabilidad de ser jurado y espectador al mismo tiempo?

Yo trato de ver una película como espectador siempre, normalmente me dejo llevar, a ver qué pasa, qué me están proponiendo, si me emociona o no. Claro que uno cuando está en posición jurado está tratando de recabar una información un poquito más objetivizable, que también sea útil en la conversación e intercambio con los demás jurados. Que pueda decir “nos pareció muy linda y divertida pero date cuenta que tiene esto mal o esto bien” esas cosas ayudan a limpiar un poco y escoger una película. En el caso de esta competencia, había unas películas que nos parecían muy lindas pero de repente cuando comparamos algunos aspectos técnicos específicos más precisos, podías decir si esta destaca un poco más que esta otra.

¿Y qué expectativa tiene del shnit y los cortometrajes?

A mí el festival me parece muy importante que suceda, que lo que Josué Fischel (director del shnit San José) ha hecho todos estos años trayéndolo al país y produciéndolo es muy bueno. Costa Rica es un país chico, no tenemos muchas oportunidades de intercambio, no tenemos muchas ventanas tanto para que nos entre la luz como para que salga nuestra luz y el shnit tiene esa característica, nos permite ver qué está pasando en otros países del mundo pero además que algunos de nuestros trabajos van a ir a exhibirse ahí afuera. Eso es valioso, el elemento de intercambio me parece muy positivo.

Con respecto a las películas que vimos, yo diría que fue un menú muy variado desde el punto de vista de lo que propusieron los directores, habían cosas muy variadas, videoclips, documentales, animaciones, habían cosas distintas. Creo que incluso muy variadas en términos de cuán bien logradas estaban así como estaban otras con problemas importantes, lo cual pues también te dice por dónde anda el medio. También te ayuda a decir esto está funcionando muy bien, esto no tanto, en esto seguimos débiles, en aquello hemos mejorado, en ese sentido es que el festival me parece muy valioso, siempre sirven para ver qué está pasando, revisarlo respecto a lo que ha pasado antes, y tirar líneas y decir “bueno, el país está mejorando en esto o empeorando en esto”. Más aún en estas condiciones que estamos actualmente, me parece muy valiente de Josué hacerlo y seguir adelante, varios países que participaban se bajaron y pues se está demostrando que sí se puede, me parece muy tuanis que se adaptara y que siga adelante con el festival.

Las funciones de la competencia nacional MADE IN COSTA RICA están disponibles en la plataforma Festhome TV hasta el 25 de octubre, fecha en la que termina el Festival.

Participá en la conversación

Dejá tu Comentario

Para agregar comentarios debe iniciar sesión.